Comentario
En Europa occidental la costumbre de la inhumación no fue del todo abandonada en la época de las Urnas. Algunas sepulturas de este género, aún ancladas en la tradición local, han brindado, entre los objetos de ajuar, algún adorno de bronce que podría clasificarse de joya de prestigio. Normales son unos alfileres muy largos, con cabeza de pivote, y un número variable de anillos superpuestos, como el de Is-sur-SiIle (Beaune, Côte d´Or).
En los más ricos enterramientos del Bronce Final, en la región del valle medio del Sena, los mencionados alfileres acompañan a una joya llamada pectoral o diadema, o pendiente, formada por una rejilla de tiras de bronce con alambre enrollado. Una de estas tumbas es la de Les Grèves (Barbuise-Courtavant, Aube). Del pectoral de Les Grèves penden aros; pero éstos se transforman -en la forma típicamente centroeuropea de la espiral- en la diadema de la sepultura 101 de La Colombine (Champlay, Yonne). La elaboración artesanal de la diadema de La Colombine resulta singular por el rebuscado gusto de haber acoplado placas de colmillo de oso polar a los cuadrantes del enrejado.
En el terreno de los adornos personales de bronce, los ajuares de los enterramientos del Bronce Nórdico (períodos IV y V) proporcionan una ingente cantidad de piezas, que, por regla general, entran con dignidad en el apartado de los objetos de arte. La serie de estas piezas se agrupa en los conjuntos típicamente nórdicos: adornos llevados a la cintura; discos y cajas de cinturón; adornos para el cuello; torques y collarines; adornos de las prendas: fíbulas de discos y utensilios de aseo personal (pinzas de depilar y hojas de afeitar). La espiral es la reina de la temática ornamental; ahora bien, es una espiral desfigurada, enlazada, ondulante y cresteada. Las líneas sinuosas tienden a formar profundos lóbulos; a reunirse en esquemas cimbreantes; a derivar en rizos de movimiento disperso, etc. Este formulismo estético, basado en la espiral, se impregna de simbolismo, sugerente, aunque impenetrable, en el grupo danés de las hojas de afeitar. El origen de la afición de Escandinavia por los objetos de adorno con la espiral como tema casi único, radica en Centroeuropa. Numerosos ejemplos podrían ilustrar esta afirmación. Sirvan de prueba algunos representativos de la Edad de Bronce Final. De Hungría procede un tesoro de ornamentos de oro, recuperado en el Danubio (entre Paks y Foldyar), formado íntegramente por cables enroscados en espiral. Un brazalete de bronce de Nitra (Checoslovaquia) se enlazó con dos enormes espirales en el centro, de la misma forma que ciertos torques nórdicos. Una cabeza de alfiler, de procedencia desconocida, pero de Hungría, desenvuelve la decoración en una orla de ondas, muy parecidas a las cintas espiraloides de los ornamentos nórdicos. No cabe duda de que desde el punto de vista estilístico, la conexión entre ambos mundos de broncistas puede sostenerse. Ahora bien, no cabe duda tampoco de que la impronta cultural de la espiral y su teórico significado tuvieron distinta interpretación en Centroeuropa y en Escandinavia.
Las navajas de afeitar nórdicas parecen adoptar la forma del casco de un barco. El bajel es, precisamente, el tema favorito de la decoración de las hojas. La popa y la proa de estos barcos se alzan en curvas onduladas hasta terminar en un apéndice enrollado que simula el cuello sinuoso y el pico vuelto de un ave. Las posiciones de este animal fantástico que emerge de la quilla se contraponen. La inspiración marina que asoma en estas composiciones se completa, en ocasiones, con un banda de roleos que trae a la superficie el ritmo de las olas del océano. La espiral crestada, por sí sola, produce el mismo efecto marinero, y, a veces, es ella el único y simple motivo de la hoja de afeitar danesa de fines de la Edad de Bronce. Independientemente de la decoración grabada, este objeto personal, en el ambiente nórdico, tuvo valores plásticos. Las navajas de lujo más antiguas adoptaron prótornos de équidos, cérvidos, cisnes o humanos en el agarradero. Ejemplos de esta clase son los de Gerdrup o Darup. Con posterioridad, cuando las ondas y los barcos campean en la hoja, las asas, a tono con ellos, se convierten en espirales, o en terminales curvas, que parecen reproducir la imagen del pájaro acuático
Ahondando en la elucubración respecto del mensaje que la decoración de las paletas de afeitar nórdicas pueden transmitir, he aquí otros temas también muy sugerentes: tondos que aluden al disco solar, peltas que semejan el perfil de las hachas ceremoniales de bronce, figurillas humanas que viajan en los barcos ondulantes, que se balancean y agitan los brazos, etc. Sabemos que el afeitado pudo formar parte de un ritual religioso. Estas navajas decoradas son más que meros utensilios personales de uso cotidiano. Su decoración dice algo de una ideología, y, quizás, de ciertas ceremonias; pero, las imágenes-símbolos se quedan en su formulismo estético, sin pronunciar palabra ante las interrogantes del observador curioso.